Anduve, anduve… Una historia del pueblo romaní

Albania Juárez, julio/2020 

Entrevista realizada por Eleuterio Gabón en abril 2014

 

 

Las resistencias por la justicia social, extracto del Libro  Caminar la Noche, cuarenta voces del activismo internacional.

 

Un pueblo es un grupo de gente que convive durante generaciones compartiendo una lengua y unas costumbres, creando una identidad colectiva y conformando en definitiva, una de esas riquezas humanas que llamamos cultura. A lo largo de los siglos, de los milenios los pueblos de la tierra surgen, caminan, se establecen, se transforman, se entremezclan y en ocasiones también desaparecen. Algunos pueblos son conquistadores y se hacen llamar imperios y dominan vastos territorios y someten a muchas gentes. Otros son invadidos o quedan sin tierra; podemos hablar de saharauis, kurdos, de judíos antes de convertirse en pueblo opresor de otro pueblo, el palestino.

Otros son invisibles como los cientos que en África desaparecieron bajo la escuadra y el cartabón europeos. Hay pueblos que caminan siempre. Su historia parece maldita porque están perseguidos, como el pueblo romaní. Los gitanos, reprimidos durante siglos, entre otras cosas porque siempre han resistido y se han negado a desaparecer.

Hablamos con Cayetano Fernández, gitano, compañero de izquierda anticapitalista, licenciado en filosofía y enfrascado en la tarea de elaborar una tesis sobre la lengua de su pueblo, el pueblo romaní. “En realidad gitano es un término impuesto que viene de fuera, de quienes pensaban que llegamos de Egipto (de ahí lo de egiptano). Nosotros somos roma y hablamos el romanó, una lengua derivada del sánscrito igual que el castellano o el catalán lo son del latín.” Y es que para este pueblo todo empezó en la India hace muchos, muchos años…

Orígenes, dispersión, persecución

Nos situamos al norte del subcontinente indio, cerca de lo que hoy es Pakistán. Los primeros roma eran pobladores de un territorio sin grandes recursos naturales pero que llegó a ser en su época, un referente cultural para su entorno. Y así lo fue hasta que la invasión musulmana del sultán Mahmud al Gazni en torno al 1014, saqueó su pueblo y esclavizó a su gente.

Tiempo después los roma fueron liberados y algunos regresaron a la India para establecerse, entre ellos los llamados banjaras, los canasteros. Otros, la mayoría, ya no volverían y comenzaron un largo viaje hacia Persia, en el actual Irán. Allí se dividieron estableciendo dos rutas: una hacia Oriente Medio a las tierras de Palestina, Jordania, Siria… y otra, a través de Turquía hacia Europa. En Europa cada uno buscará su propia historia dependiendo de lo que se encuentren. Muchos roma se establecieron en la Europa del este, Moldavia, Rumanía, Bulgaria, en algunos de estos lugares sufrieron la más severa esclavitud estando cautivos durante seis siglos, desde el 1200 aproximadamente, hasta ya entrado el XIX donde hay documentadas subastas públicas de gitanos.

“Para los roma del Estado español, francés y Latinoamérica, nuestra rama es la Calé (caló, negro, proviene del sánscrito kalà). La entrada en la península data del 1425 a través de Perpiñán aunque hay quien defiende la tesis de que el pueblo romaní conocía nuestras tierras desde la primera época de Al-Ándalus. “En principio la llegada de nuestro pueblo no fue conflictiva, disponían de un salvoconducto para poder moverse por todo el reino.” Pero la tranquilidad duraría poco.

En el año 1492, año que celebra el nacimiento del estado moderno español y uno de los más funestos de su historia, la cosa se puso fea. En un ambiente siniestro de persecución, intolerancia y crueldad abanderadas por el fundamentalismo católico, los gitanos sufrirán también las consecuencias. “Se establece toda una legislación a la que hay que someterse para sobrevivir. Entre otras cosas se prohíbe hablar el romaní, al igual que el llevar una vida nómada.” Los gitanos deben asentarse y trabajar al servicio de algún nuevo hidalgo y tomar su nombre. “Yo soy Fernández de apellido, en razón de alguno de estos “reconquistadores” de aquel entonces.”

Borrar una cultura supone algo más que eliminar físicamente a toda su gente, se trata de convencerles, de hacerles sentir que lo que son y lo que representan es inútil y sobra de la faz de la tierra. “Comenzó en esa época un intento por borrar nuestra cultura, una obsesión continua que se repetirá durante siglos. Es la época en que también empieza a utilizarse el vocablo gitano con connotaciones claramente peyorativas, asociando el término con la gente de condición social baja y de cultura y moral pobre.” Así mismo la lengua romaní es asimilada como propia del lenguaje marginal y carcelario.

Siglos más tarde, en 1749, con la Inquisición española consolidada como institución del terror, un decreto real da origen a lo que se conoce como la Gran Redada. “Es una orden para meter en prisión a todos los gitanos del territorio. Entre 10 y 15 mil romanós fueron encarcelados incluidas familias que estaban asentadas desde hacía mucho. Secuestraron a los niños menores de siete años y sólo se libraron los ancianos.”

Cayetano quiere destacar que la visión romántica que se ha generado en relación a la condición nómada del pueblo gitano, no está tan clara. “Siempre hemos buscado nuestra libertad eso está claro, pero si hemos sido nómadas es porque siempre nos han perseguido o nos han expulsado.”

Poco tiempo después y por los caprichos de estos personajes que se hacen llamar reyes de los pueblos, la situación da un nuevo giro para los roma; es la época de Carlos III. Sabido es que el de fragüero es un oficio que los gitanos conocen bien. Así que este señor decidió que no debía expulsarse a los gitanos pues los consideraba muy valiosos por su técnica en la fabricación de herraduras y por supuesto, porque le suponía una producción a bajo coste. Eso sí, prohibió el matrimonio, el uso de la lengua e incluso las vestimentas propias del pueblo romanó. “El mensaje parece ser: quedaos pero sin ser gitanos.”

Otro de los tópicos peyorativos que queremos desmontar en nuestra entrevista, es el del desentendimiento o la escasa participación de los roma en los asuntos políticos y sociales. En este sentido Cayetano quiere destacar las figuras de dos auténticos combatientes contra el fascismo durante los años de la guerra en España. “Tenemos el caso de Josefa Carmona Ortega, vecina del Sacromonte que participó activamente en el grupo anarquista Los hijos de la noche con los hermanos Quero, escondidas en el Sacromonte gracias a ella.” Destacable es también el papel de Mariano Rodríguez Vázquez, conocido como “Marianet”, secretario regional en Catalunya de la CNT. Tampoco podemos olvidar a Helios Gómez, vecino de Triana, militante de la CNT y posteriormente del PSUC, comisario de cultura en la Columna Durruti, perseguido y encarcelado, fue además un destacado pintor y poeta. “Aunque no es muy conocido en este país es uno de los máximos responsables de la cartelería de propaganda de guerra durante la revolución del 36.”

Durante la II Guerra Mundial el pueblo romanó fue víctima también de un brutal genocidio del que poco se habla en los libros de historia. “Fueron asesinados entre el 70 y el 80% de los gitanos de Centroeuropa a manos de los nazis, más de medio millón de romanís. Hoy en día donde estuviera el campo de concentración de Lety en Chequia hay una granja de cerdos.” Ni una triste placa, ni el más mínimo recuerdo por el sufrimiento de este pueblo.

Y como bien sabrán ustedes las persecuciones no acabaron aquí. Valga recordar como en nuestro país la Guardia Civil tenía estipulado en su reglamento interno hasta 1978, “la vigilancia y persecución de gitanos allí donde estuvieran”. ¿Cómo fueron los años del franquismo para los roma? “Al margen de esa condición de chivo expiatorio que ya arrastrábamos desde hacía siglos, durante el franquismo se creó una imagen estereotipada sobre los gitanos que ha calado mucho en la sociedad.” Se trata de esa imagen tan asociada al tema del flamenco que resulta muy buena para el turismo y que no es falsa, sino sesgada; “es una identidad cómoda, cosificada, una imagen vendible, exportable, que agranda unos rasgos y oculta los que no interesan.”

Además de este repaso a la historia de los roma, comentamos con Cayetano la actualidad más reciente para denunciar los abusos que se siguen cometiendo, principalmente en Europa, contra este pueblo. “Los gitanos son la minoría étnica más numerosa y la más antigua de toda Europa. La actual situación está marcada por la represión que están sufriendo los roma en paralelo al auge de la extrema derecha sobre todo en el este.” Son conocidos los agravios que se han cometido en países de esos que llaman importantes como Francia o Italia. Sabido es que Sarkozy decretó la expulsión de varios miles por miedo a perder electorado frente al ultraderechista Le Pen. También se conocen más o menos las maniobras racistas practicadas en Italia, con controles y censos de población gitana y con patrullas de voluntarios para vigilarlos. “En tan solo un año y medio la población gitana ha pasado de 170 mil a 50 mil en ese país.”

Menos conocidos aunque tal vez más graves son los sucesos ocurridos en Hungría. Allí la llamada Guardia Húngara, unas milicias fascistas, se han dedicado a asaltar con granadas y rifles viviendas de los roma. “Ahora están prohibidos tras cobrarse 12 muertes en año y medio, pero siguen actuando cerca de las fronteras.” Existe en Eslovaquia un pueblo, Ostrovani, de amplia mayoría gitana que está totalmente rodeado por un muro. En la comisaría de Kosice, del mismo país, la policía detuvo, golpeó y humilló a unos cuantos niños roma, grabando sus ejemplares formas para aleccionar a los chavales con sus móviles. “El video descubierto por una familiar de los agentes fue filtrado a la prensa y se pudo denunciar el caso.”

En Rumanía, con 3 millones de población romaní, se denunció que los gitanos eran culpables del paro que asolaba el país. “Los datos dicen que la tasa de desempleo de los roma era en 2005 del 24% pasando en 2010 a más de un 80%.” También en nuestras tierras el PP catalán no dudó en relacionar no sólo el paro sino también la delincuencia con los gitanos rumanos. “Después tuvieron que rectificar y el portavoz de turno aclaró que no era su intención ofender al pueblo rumano, ellos sólo se referían a los gitanos.”

Antes de acabar, Cayetano no quiere despedirse sin recordar una fecha muy significativa para su pueblo, la del 8 de abril de 1971. Ese día se celebró en Londres el I Congreso Mundial Romaní, donde gitanos de todo el planeta se reúnen y confeccionan su bandera y su himno, el Gelem, Gelem (anduve, anduve). Comienza un proceso para unirse y comenzar a decidir sobre su futuro. “Y es esto precisamente por lo que seguimos peleando hoy en día, por construir nuestro propio camino como pueblo sin tutelas de nadie. Nuestra lucha no es sólo social en relación a las necesidades de vivienda, sanidad, educación, que también las hay, sino además es una lucha por el reconocimiento cultural y por la identidad de nuestro pueblo, es una lucha también política.”

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Eleuterio Gabón

Comunicador social y reportero, miembro de Radio Malva ha publicado en varios medios alternativos como El Salto, Rebelión o Contagio Radio en Colombia. Ha publicado el libro de crónicas valencianas “Del Mort al Degollat” en 2010 y “Caminar la noche: 40 voces del activismo internacional” de la editorial Descontrol en Barcelona 2017.

 

Albania Juárez 

Nació en la Ciudad de México, estudió la licenciatura de Letras Modernas Francesas en la UNAM, se especializó en crítica literaria y posteriormente realizó la carrera de artes visuales en la ENPEG La Esmeralda. En el 2015 obtuvo la beca de Baden-Württemberg para terminar sus estudios en la Kunstakademie de Karlsruhe en Alemania, donde tuvo sus primeras muestras individuales de pintura, dibujo y arte sonoro. Su obra explora los conceptos de mística, la arqueoastronomía y los atributos mágico-religiosos de la herbolaria mexicana.