Desgrasia Jubenil

"Conmemorativo del día de la desgrasia", Collage de Luis, integrante de Desgrasia Jubenil.

Por César Oliveros

 

 

 

Cuando me acerqué a Luis, baterista y voz de Desgrasia Jubenil, para preguntarle si les gustaría que escribiera sobre ellos en este medio, lo primero que me dijo fue: “claro, carnal, pero no es para VICE o alguna mamada de esas ¿verdad?”. Esto habla de cómo Desgrasia va en contra de la lógica actual de una exhibición patética que lleva sólo al hartazgo, porque creo que no sólo están en contra de VICE y “esas mamadas”, sino de todo lo que representan estos medios con  bandera “cool” y  “contracultural (de escaparate)” que al final son la misma basura de periodismo que explota y exotiza a la gente para meter publicidad de empresas criminales. Es raro encontrar bandas que además de hacer  música con “carnita” y que, según yo, vale la pena, mantengan ciertos principios. Pareciera ingenuo tener principios en esta época pero es de las pocas cosas que no nos pueden arrebatar. Ser fieles al “hazlo tú mismo”, a la larga tal vez no los haga ricos, pero sí les da un prestigio intangible e incorruptible que al menos a mi parecer es más loable y valioso.

De primera escucha, el sonido de Desgrasia Jubenil podría pasar por una banda de punk. PUNK, esa palabra tan manoseada y revolcada que no quería nombrarla pero creo que es inevitable. La usaré no en el sentido de una estética sino de una forma de hacer las cosas. Es decir, la Desgrasia es una banda punk no porque cumplan con esta etiqueta de vestimenta casi de uniforme, sino por todo lo que les rodea: las canciones son rápidas, pocos acordes, letras politizadas, evitan ser patrocinados o tener manager, tocan (cuando había tocadas) en lugares fuera del circuito de moda o comercial y en eventos generalmente organizados por amigos de la escena local. Sus discos no tienen una super producción, pero creo que no la necesitan. Al final, retomando el tema de los principios, creo que se mantienen crudos, callejeros y fieles a sí mismos, con un sistema de valores contrarios a lo culturalmente válido y correcto.

El sonido de Desgrasia Jubenil podría pasar por una banda de punk. PUNK, esa palabra tan manoseada y revolcada que no quería nombrarla pero creo que es inevitable.

Algo que vale la pena destacar en esta banda es  la voz, que parece de un pregonero que anuncia fatalidades. No necesita desgarrarse la garganta para transmitir la desesperación de una época, de una generación que ha visto demasiada mierda. La primera vez que los vi en vivo me pareció escuchar a un niño gritón de la Lotería Nacional, pero en lugar de anunciar nuevos millonarios, decía: “¡Un cuchillo en la garganta!” “¡15 minutos de violencia!” “¡Vivir para morir/ un atentado suicida!” “¡Rataaaaaaas!” ”Jóvenes guapos: DESGRACIA NACIONAAAL”…

“Foto en el cuarto de ensayo antes de que las goteras los obligaran a resanar”, fotografía de Emiliano, integrante de Desgrasia Jubenil.

La música de la Desgrasia es rápida y a tropel, sin llegar a la torpeza, incluso alcanzan momentos melódicos que no sé si sean fortuitos. Hasta el momento tienen un EP de nombre “MMXVII” en formato caset grabado en Escoria y mezclado por El pinche engendro. Un EP cutre y genial que ya deja ver su estilo particular de tocar y la forma de interpretar y reversionar el punk. A este le siguió su LP  “Máxico” que está por agotarse, editado por Cintas Pepe, uno de los pocos sellos de México, si no es que el único, que edita bandas latinoamericanas en formato vinil, de punk, hardcore y post punk. Un sello ad hoc por lo que mencionaba de ciertos principios que tiene la banda, que se mantienen lejos de los reflectores, o de  la mercantilización salvaje. Sin querer caer en nacionalismos baratos pienso que, si hay algo llamado “punk mexicano”, este LP , Máxico, es uno de los  estandartes y al menos para mí un clásico ya, aunque no hayan pasado décadas.

Sin querer caer en nacionalismos baratos pienso que, si hay algo llamado “punk mexicano”, este LP , Máxico, es uno de los  estandartes y al menos para mí un clásico ya.

Algo característico de nuestra época es la apatía y el poco interés en escuchar un disco completo, esta puede ser una tarea sumamente aburrida, que en parte es culpa de las bandas por acelerar procesos o porque tenemos una sobre producción, pero Máxico, track a track no pierde fuerza, al contrario se pone más intenso y no quieres parar de escucharlo. Aunado a la peculiaridad de las letras, en apariencia sencillas y coloquiales, en el fondo brutales y con una malicia bien pensada, que no son denuncias preconcebidas o panfletarias, creo que la crítica entra por el lado de la ironía y el pesimismo, dignas de escucharse varias veces para entenderles mejor.

Integrantes de la Desgrasia me enviaron  esta descripción que puede aclarar más el panorama, independientemente de la sarta de aseveraciones que yo pueda escribir. Estas línea develan la forma en que ven y viven la realidad que termina por permear lo que hacen en su música:

 

“Estamos viviendo tiempos muy raros

todo parece estar yéndose al carajo exponencialmente

un poquito de corrupción por aquí

violencia por allá

la policía de la banda exigiendo comportamientos acordes

a nuestro avance social

condimentado con injusticias y falsedad

tampoco estaremos aquí mucho tiempo

divirtámonos lo que se pueda

abracémonos cuando nos veamos

cada uno habla como le va en la feria,

eso vale verga, solo no te pases de pendejx con nadie”.

 

Por desgracias no paramos. Nuestras colonias, nuestras ciudades, este país y este mundo son una desgracia constante. La estupidez no tiene límites ni nacionalidad. No, ni los europeos ni los gringos  viven en el primer mundo, ni son la panacea cultural. Están en la misma caldera a punto de hervir. Los mitos caen por su propio peso, y el mito del progreso y del bien común parece insostenible. Vivimos la distopía…. y Desgrasía Jubenil (así “mal” escrito, cínicamente), suena de fondo. Uso el término cínico en el mejor de los sentidos; porque los filósofos cínicos, vivían de acuerdo a su naturaleza y despreciaban todo lo que pareciera civilizado. La civilización es el mal y la felicidad es la autarquía.

 

 

Escucha más de Desgrasia Jubenil en:

https://desgrasiajubenil.bandcamp.com/

 

MÚSICA FEA

“Música fea”, Albania Juárez, 2020.

¿Qué pasa si lo que buscan algunas personas es lo cacofónico, la disonancia y la arritmia?

Créditos:

César I. Oliveros

Nació en la Ciudad de México. Estudió Relaciones Internacionales en la UNAM y se especializó en Derechos Humanos. Nunca ha ejercido su carrera. Desde hace quince años se ha desempeñado como librero, pasando por varias librerías y editoriales.  Actualmente trabaja en EXIT, espacio especializado en libros de arte contemporáneo, libros de artista y fotografías de autor. También ha formado parte de varios proyectos de música experimental enfocada al noise, grind core, free jazz y música electrónica. Tiene un sello con dos colegas que edita en formato cassette desde hace cuatro años llamado Dorados Pantanos y participa en el colectivo RHUINAS, que procura hacer eventos en lugares pequeños con artistas locales y de otros países a precios accesibles. La intención es crear una comunidad más abierta a la experimentación audio visual.

Albania Juárez

Nació en la Ciudad de México, estudió la licenciatura de Letras Modernas Francesas en la UNAM, se especializó en crítica literaria y posteriormente realizó la carrera de artes visuales en la ENPEG La Esmeralda. En el 2015 obtuvo la beca de Baden-Württemberg para terminar sus estudios en la Kunstakademie de Karlsruhe en Alemania, donde tuvo sus primeras muestras individuales de pintura, dibujo y arte sonoro. Su obra explora los conceptos de mística, la arqueoastronomía y los atributos mágico-religiosos de la herbolaria mexicana.