No sólo fue Little Richard uno de los fundadores del Rock and roll. Fue el primero en dar gemidos y mover las caderas frente a las cámaras, mucho antes que Elvis Presley y Mick Jagger. Fue el primero en hacer del erotismo corporal explícito un espectáculo musical. Es el primero también en vestirse de mallones y luces, pintarse los ojos, y hacer del lenguaje gay un aporte a la música popular. Su voz potente y su personalidad es el antecedente de muchas otras que dieron vida a la historia del rock y el pop: Paul McCartney, Janis Joplin, Roger Daltrey, Robert Plant, Freddy Mercury, Michael Jackson, entre muchos otros. Ha muerto el Rock and roll, se ha consumido el Profeta del fuego.

Óscar Chávez fue un emblema de la canción de protesta y de la cultura popular mexicana. El Caifán Mayor deja canciones inolvidables como “Por ti”, e interpretaciones como “La Llorona” y “Los cien años de Macondo”. Gran parte de su trabajo se concentró en rescatar la canción popular mexicana. Su muerte ha sido una pérdida para generaciones de jóvenes críticos y comprometidos con su tiempo. No te pierdas esta entrevista inédita realizada por Leopoldo Lezama a uno de los grandes personajes de la cultura mexicana del último medio siglo.

¿Cuál es el impacto de la tecnología en nuestras formas de organización política? La tecnología no debe concebirse, llanamente, como una herramienta al servicio de lo humano, cuyos efectos, buenos o malos, dependen del uso que de ella se haga -democrático o manipulador-, pero tampoco como un conjunto monstruoso de aparatos o máquinas que se elevan por encima de todos nosotros y enajenan nuestra propia potencia. Hay ingenuidad en estos postulados, afirma Francisco Barrón en el presente ensayo; habría que entender la tecnología más bien como “un incremento de poder de alteración  y re-producción de cualquier acontecimiento”, en donde lo que se transforma es nuestra propia experiencia o sensibilidad. La tecnología posee, entonces, un valor político y social intrínseco, que no debemos pasar por alto al momento de imaginar nuevos derroteros.

“Minotauromaquia…es ese libro con forma de hacha que, según Kafka, rompe el mar helado que llevamos dentro. Es una novela, ensayo, confesión, diario, poema en prosa, caja de sorpresas, gabinete de emociones furtivas, poesía, poema, epí­stola, palabra en vilo, escritura de entraña”, reseña Ingrid Solana. La novela, escrita por la mexicana Tita Valencia, obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia en 1976 y ha sido reimpresa en la Colección Vindictas de la UNAM después de 43 años.

En un mundo habitado por la imagen, ¿cuál será el sentido de colocar una fotografía más? Los fotogramas de Pierpaolo Pagano exponen una temporalidad distinta a la irruptiva forma de crear actual. La estética parte del retorno a las temporalidades mágicas de la latencia de la imagen, las oxidaciones y transformaciones hacia una onírica visual.

Victoria Núñez, artista multidisciplinaria, narra, desde la vena del arte contemporáneo, una revisión histórica sobre los procesos de decolonización que vive Eslovenia, en constelación espacio-temporal con otras latitudes del mundo. En su crónica, presenta un tejido para la comprensión del arte actual, que hilvana diversas posturas como el análisis del lenguaje artístico y el lenguaje materno, el ejercicio archivístico, la reconstrucción de las historias en resistencia y la creación de un territorio anarquista.La trinchera construida para la escuela de verano en Ljubljana está cruzada por la diversidad curatorial y performática, y la participación relevante de Zdenka Badovinac, Boris Buden, Walid Raad, Bojana Piškur y Anton Vidokle.

En la mitología popular maya, la figura del nahual hace referencia a un espíritu guardián en forma animal que acompaña a los seres humanos a lo largo de su vida. Hay también una narrativa del horror en torno a este ser mítico que muy pocos han explorado. Berumen y Coyote, artistas gráficos chilangos, rellenan este hueco contando e ilustrando la caída en desgracia de un corrupto arqueólogo de la Ciudad de México.

En este ensayo literario, Mauricio Patrón reflexiona sobre la ética de la escritura, habitando el riesgo de exponer sus disfraces para confrontar a un sistema patriarcal-colonizador. “Revisa, escucha. Deja de pensar en el hombre nuevo, y ponte a limpiar”. En el eje de sus reflexiones, entrelaza una propuesta política de los cuidados: una revalorización de la labor del mantenimiento y la crianza que sostienen la vida.