El teléfono suena a cualquier hora
La vida adulta comienza
Con una tarjeta atorada en un cajero automático
Luego vienen los delirios de grandeza
Y la correa de un perro enredada
A la correa de otro perro
La violencia en la mirada de un niño
Te hace sentir que algo tiene que estar bien
Finalmente el peluquero se aprendió mi nombre
En la memoria se mezcla la cafetera enrojecida
Con lo pegajoso de una despedida
Y un pedazo de espera en un párrafo de sueño
Con fetichista ceguera y malformaciones de la voluntad
Y la envoltura del optimista cerca del fuego de lo irreversible
Carta de presentación de sonrisa chueca
Sentimiento encogido detrás de una máscara de sal
La culpa dulcificada y la retórica perfecta
De quien no tolera perder
Como el payaso que se esconde detrás del disfraz del payaso
Y te piden paciencia
Con la pistola en la mano
El trapeador lleno de tinta
La mudanza en la punta de la lengua
Y cualquier despedida, se sabe, es prueba de nuestra lenta desintegración
Los ojos comenzando a ver que no ven
Y los músculos de la cara en el semáforo
Y el 10% del dióxido de carbono en la cabeza de tu casa
Y un motociclista con dolor de muelas ansioso
Por saber cómo funciona el mundo
O indiferente ya ante una muchedumbre de palabras
O el papeleo en la cajuela del taxi
Y el taxista se endereza tras la borrachera irremediable
El golpeteo colorido que se siente en la garganta
Sol que no comienza nunca
Aunque la sed se despierta caliente
El cielo está cargado de gasolina
Círculo de visiones
Cuando la noche se entume
El dinero habla en la boca de los niños
Petróleo de invierno, tal vez
Salpicado de cansancio
Como el reloj de un ciego
El estómago se agiganta cuando el cielo retrocede
La pesadilla, luego, retrocede con un ojo cerrado
Camiones volteados, silencio metalizado
Lujo de simpleza cotidiana
Y de violencia sutil como el aleteo de un coleóptero
La boca llena de escaleras
Círculo de visiones
La cabeza pesa más que el alma
Tal el tic tac en la panza de una abeja
Hay sobras de personas chorreadas por el piso
El día no termina de empezar
Hay círculos de visiones con un hígado que cuelga
Una palabra mojada y una supuesta despedida
Una pastilla con su pedazo de historia
Una multa
Como lengua de animal salado
Síntoma empequeñecido
Que se desdibuja como la paciencia en la gente
Con latidos de lentitud
Trébol de azúcar
Cabezas secas con el sol que se encoge
El público es una cabeza manipulada
Una boca llena de escaleras
Un hospital lleno de cerebros funcionando
Se inclina con la lluvia
Se adelgaza solo
Como el monólogo de una farmacia
O un perro perdido
En busca de su soledad.