Sobre la fotografía: dos ensayos

Ilustración de Diana Trujillo inspirada en el ensayo "La sombra y la huella" de Luca Pancrazzi.

Presentamos un ejercicio transversal entre el texto, la fotografía y el grabado, realizado por los artistas mexicanos Diana Trujillo y Francisco García González, a partir de la reflexión que generó en ambos la lectura de los ensayos La sombra y la huella del artista visual Luca Pancrazzi y Fotogramas de la también artista Paola Binante. Ambos textos son a su vez meditaciones cuidadosas sobre el arte y las técnicas fotográficas inspiradas en la obra de su compatriota italiano Pierpaolo Pagano. Las fotografías de Pagano, coinciden los ensayistas, son, en esencia, remanentes del origen remoto de la imagen, evocan “arquetipos primitivos” semejantes a los restos fósiles conservados por millones de años, y a los primeros intentos humanos de reproducir la realidad sin mediación de aparatos mecánicos. Por ejemplo, la técnica del Frottage que consiste en frotar un lápiz sobre una hoja colocada encima de un objeto consiguiendo la reproducción al calco de sus rasgos fundamentales: la forma y la textura. Diana Trujillo y Francisco García González, artistas plásticos, emulan estas técnicas partiendo a la inversa: de la fotografía al paleolítico. La excelente traducción de los ensayos corre a cargo de Laura Gandolfi.  Estamos, pues, frente a un ejercicio de interpretación múltiple y diverso con resultados notables.

 

 

La sombra y la huella

 

Por Luca Pancrazzi

 

Podría parecer banal afirmar que el proceso conceptual y práctico de la fotografía coincida con –y gravite en torno de – la cuestión de la luz y la sombra, pero en los fotogramas dicha afirmación queda como anillo al dedo. La fotografía con lentes y película es ya algo distinto, en común existen los soportes de la copia final y el principio base. Los fotogramas nacieron antes que la fotografía, son una forma especial de arquetipo primitivo y permanente de transferencia de imágenes y de la imaginación gráfica por medio de la luz, y se pueden considerar como un calco directo, una huella, con algunos medios tonos donde los márgenes vibran o las transparencias modulan.

Este lenguaje primitivo y arquetípico se relaciona con la historia de las vanguardias fotográficas y la historia de la representación del yo afuera de sí mismo. De manera similar a las huellas de las manos en las cuevas neolíticas, primeros rastros de esta afirmación en términos representativos mediante una expresión, el dibujo, el rastro, la percepción de la vibración de aquella sombra crea la necesidad de fijar la imagen que ritualice dicha afirmación a través de un acto de conciencia común. 

Por otro lado, hallamos las huellas impresas en el cemento de figuras que proyectaron su propia sombra mediante la luz absoluta de una explosión atómica. En Hiroshima, estas huellas se podrían considerar como la afirmación última de un procedimiento realístico impresionantemente real y definitivo a la vez que simple y letal, tan real que no dejamos de sorprendernos de su simple eficacia, impresa en nuestras mentes antes que en el cemento. 

Cada huella fotográfica es el rastro de una explosión creativa y parcialmente controlable. 

Los rastros de los cuerpos, los objetos y las cosas que Pagano proyecta sobre la superficie fotográfica hablan un lenguaje vital, no son simples composiciones o naturalezas muertas, no parecen cristalizadas para siempre en la fijeza expresiva congelada de la fotografía a través de lentes fotográficas y negativos, sino que son el fruto de una acción directa hacia el soporte sensible, son sombras luminosas que parecen moverse, dejándose acunar por el viento de un día fresco y soleado. En estos fotogramas hay toda la simplicidad de un gesto, junto a la búsqueda compositiva y la elegancia del caos, administrada con sapiencia y experiencia. 

Pierpaolo Pagano nunca pone en segundo plano otras posibilidades, como el dibujo y la pintura; cierto rigor de matriz mecánica y serial lo lleva a realizar rastros y huellas que a veces toman el camino de la pintura auténtica, y otras veces quedan simplemente dentro de un rigor gestual y mínimo, donde el signo adquiere su autonomía permaneciendo un instrumento necesario dentro de los límites del control. 

Considero que la serie de frottage es muy cercana a su manera de percibir la fotografía, mientras que sus fotogramas poseen cualidades pictóricas intrínsecas. Me imagino que esto ocurre a través de un movimiento productivo que tiende a traicionar la frontalidad del principio en acción, lo que a su vez produce un consiguiente deslizamiento entre la acción y el puro pensamiento, una especie de visión diagonal que pasa por el centro atravesando todas las cuestiones lingüísticas primigenias del quehacer artístico.     

Las sombras proyectan la sólida ausencia del cuerpo proyectante, de manera similar a la presión de la mano a través del grafito, presionando sobre el papel y exponiendo los márgenes de los objetos calcados. Proyectar y exponer el papel, en la oscuridad, sin registros de alineación, o incluso sobre una impresión fotográfica de negativo, es un proceso de creación aparentemente automático que pasa por un complejo control de los medios utilizados, ya que esta acción foto-gráfica se lleva a cabo en la oscuridad, dentro de un tiempo limitado, con un control constantemente llevado a los extremos y mantenido en el dúplice binario creativo y técnico. La exaltación del “fuera de control” se vuelve parte del proceso y hace que el resultado sea “embriagante”. 

La sombra no tiene peso, como mucho un viento, mientras que la huella se revela a través de la presión sobre un material a los límites de la resistencia, frágil y delicado como una hoja de papel que no debe de doblegarse por la acción de la mano o la resistencia del cuerpo calcado. 

A pesar de tener célebres maestros de ambas prácticas expresivas, aquí se afirma, mediante el trabajo, que no hay un tiempo ligado a una práctica, sino que la práctica pertenece al hombre (artista) y al tiempo (todo). 

Octubre 2018

TRADUCCIÓN  DEL  ITALIANO  A CARGO DE LAURA GANDOLFI

Fotogramas

 

Ilustración de Francisco García González inspirada en el ensayo “Fotogramas” de Paola Binante.

 

Por Paola Binante

 

En la actual época digital, frente a la disponibilidad de la imagen a la transformación, se interpone, a veces contraponiéndose, aquella experimentación “off camera” que en cambio es una implícita exaltación fotográfica del gesto, de la materia, de la corporeidad. Off camera: fotografías obtenidas sin el recurso de aparatos, sin cámara oscura, sin negativo. La imagen se imprime mediante el contacto directo con el objeto: fija su propia apariencia sobre el soporte de papel sensible, dejando filtrar parcialmente la luz y gracias a la mediación de los ácidos. 

Una técnica propuesta por el célebre padre de la fotografía, Talbot, con el Diseño Fotogénico; llevada adelante por los sucesivos progenitores – Moholy-Nagy, Man Ray, Christian Schad – con diferentes denominaciones, generalmente relacionadas con el nombre de uno u otro autor: Fotogramas (escrituras mediante la luz), Rayographs (escritura con rayos), Schadographs (escritura con la sombra). Con el Off camera se busca liberar la potencialidad lingüística del material fotosensible del condicionamiento cultural de la cámara fotográfica. Moholy-Nagy identifica en el fotograma (una fotografía obtenida sin cámara fotográfica) una nueva producción de espacio, afirmando que: “por primera vez el fotograma produce espacio sin la existencia de una estructura espacial, a través de la mera articulación de los medios tonos pertenecientes al dorso, y los grises que suben y bajan a través de la fuerza irradiante de los contrastes y de sus sombras sublimes”. Sin abandonar sus caracteres distintivos, la fotografía se enriquece del gesto, instintivo a la vez que racional, y se transforma en pintura; la naturaleza, sustituyéndose al pincel, le ofrece nuevos instrumentos. Junto a la luz, éstos son los ingredientes de la actividad de Pierpaolo Pagano, que desde hace años vincula el trabajo tradicional a la investigación y la experimentación de las técnicas “off camera”, ya objeto de interés de grandes maestros del pasado y del fotógrafo contemporáneo Nino Migliori, su principal punto de referencia.

El itinerario creativo del artista, como si fuera un recorrido con matices ancestrales, comenzó con la búsqueda del objeto y de los materiales para utilizar: es justamente la materia, con su forma y sus características intrínsecas lo que más lo atraía, tanto en el trabajo de pintura, como en el fotográfico off camera. Aquí entra en juego una técnica, el fotograma/oxidación, que ofrece a los que se acercan la posibilidad de asistir “en vivo” a la creación de la imagen, a la acción de la luz sobre el papel fotosensible, a la forma que, impresa en el papel, deja huellas de sí misma, tanto reconocibles como abstractas. 

De tal manera, nacen aquellas formas en las cuales reconocemos un objeto o un cuerpo, o en que simplemente el rigor compositivo imprimido por el artista se reconecta al orden y al desorden de la naturaleza misma. Por lo tanto, es el procedimiento que, guiado, pero no exento de “inconvenientes”, se vuelve acto creativo y genera imágenes no a través del medio mecánico, sino ligadas a una acción en la cual la gestualidad es un valor adjunto y se pone como elemento discriminante entre la fotografía “tradicional” y este género de experimentaciones. La materia que genera el signo, sea una flor, un animal, o un cuerpo humano, incorpora ya en sí misma el germen de la metamorfosis que se experimentará. El soporte fotosensible recibe el signo, la síntesis del volumen de un elemento alterado, a veces irreconocible, abstraído de aquella realidad a la cual remite, pero modulado por matices de color que ofrece el papel en blanco y negro. 

Precisamente la búsqueda de cualidades cromáticas inéditas, con el uso de papeles fotográficos distintos –tales como el beige– la amplia dimensión de los trabajos, el uso de proyecciones de imágenes como fondo sobre el cual colocar los objetos – los “híbridos”, como el mismo autor los define – abren a Pagano el camino hacia experimentaciones sin duda innovadoras, haciéndolo destacar de los maestros que lo precedieron. 

Septiembre 2007.

TRADUCCIÓN  DEL  ITALIANO  A CARGO DE LAURA GANDOLFI

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Para acceder a la obra fotográfica de Pierpaolo Pagano visita su página web:

http://www.pierpaolopagano.com/