Alfonso Reyes decía que Jorge Luis Borges era el mejor escritor de América; Borges, por su parte, replicaba que era Reyes el mejor escritor del continente. No discutiremos quién posee tal título, lo cierto es que el autor de Ficciones no exageraba al reconocer los talentos del escritor nacido en mayo de 1899 en la ciudad de Monterrey. Alfonso Reyes emigra muy joven para estudiar en la ciudad de México donde se gradúa en derecho y donde forma, junto con Julio Torri, Antonio Caso, José Vasconcelos, Pedro Henríquez Hureña, el Ateneo de la Juventud, grupo de intelectuales que renovó la visión literaria de la época. De sus cargos públicos podemos nombrar su ingreso al Servicio Diplomático en 1913, que lo llevó a París, ciudad donde se nutrió de los movimientos literarios en boga. Viajó a Madrid; ahí vivió de sus artículos periodísticos, ensayos y traducciones; ahí también trabajó en el Centro de Estudios bajo la dirección de Ramón Menéndez Pidal. De vuelta en el Servicio Diplomático es Ministro Plenipotenciario en París, enseguida Embajador de México en Buenos Aires y posteriormente en Río de Janeiro. Regresa a México en 1939 para fundar y dirigir el Colegio de México, y para dedicar, los siguientes veinte años a sus escritos literarios.
Month: diciembre 2022
Desde Otelo en Shakespeare ya se veían los celos en la pareja. En la Biblia los celos se ven en José cuando los hermanos lo venden. Sólo son benéficos los celos en Tartufo, cuando Orgón descubre gracias a la escena preparada por su esposa la clase de bribón que es Tartufo. El “¡Ay!” final del caracol blanco puede que sea para llamar al negro, o porque ve lo que ocurre con las ratas, o con la señorita. En esta escena yo decido ser el caracol blanco, yo digo “¡Ay!” cuando el caracol negro abandona la escena.
Natalia González Gottdiener