En el centro de Lisboa, nos dice Ramón Peralta (Ciudad de México, 1972), es común que derriben antiguos edificios para levantar nuevos. Violando la puerta de entrada, Peralta entró a uno de estos inmuebles para captar instantes previos a la demolición. Estas imágenes construyen una particular estética del abandono y en ellas se puede sentir el eco que antecede a la catástrofe. El mundo también es un conjunto de imágenes que anteceden a la catástrofe.

En tiempos en que la lógica comercial y el atiborramiento virtual han minado la capacidad de asombro, es preciso volver a la sensibilidad como una forma de conocimiento. Y si el imperio audiovisual ha impuesto su imagen del mundo, habremos de crear otras. El arte, la literatura, la filosofía, son el último refugio para la imaginación creativa.