Lo precario

 

 

Es lo viejo y desvencijado vuelto a la vida.

Suma de pequeñas cosas, de objetos amarrados entre sí con tornillo y clavo enderezado, son parchaduras que tapan goteras, que cierran grietas e impiden el chiflete de viento helado, o la ventana con vidrio roto pegada con cinta, el ventilador atado con cámara de bicicleta, la mesa con pata de palo, tarecos que dan abrigo a un hogar humilde.

Mis recuerdos se entrelazan y se superponen, se pegan y entrecruzan, el cuartito de mis padres en una vecindad en San Telmo con las paredes tapizadas de hojas de revistas o el techo de mi habitación con manchas de humedad, refugio de imágenes fantásticas. Lo provisorio “para siempre” como los muebles atados con alambre que arregló mi padre hace décadas y que aún desafían el paso del tiempo.

Lo precario que es auténtico, que tiene alma,  las casitas de lata de los barrios informales, cada puerta pintada de distinto color, cada interior un mundo donde la imaginación construye lo necesario; el departamento en la azotea de la Habana Vieja con agujeros en el piso, los techos apuntalados y las escaleras precarias, sitio donde la vida es comunidad, lugares donde fui feliz porque la precariedad me arropó y empujó mi imaginación a reciclar lo usado y transformarlo en maravilla, en belleza, en hecho estético.

Walter Cruz

 

 

 

 

 

Lo precario es lo viejo y desvencijado vuelto a la vida.

 

 

 

 

Lo precario que es auténtico, que tiene alma,  las casitas de lata de los barrios informales, cada puerta pintada de distinto color, cada interior un mundo donde la imaginación construye lo necesario.

 

 

La obra de Walter Cruz se expone actualmente en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro con la colectiva Territorio Inmaterial.

 

Créditos:

Walter Cruz

Nací en Salto, Uruguay el 9 de septiembre  de 1969, antes de cumplir un año emigré con mis padres a Argentina, me crié en Buenos Aires; a los 20 años de edad fui a trabajar al norte de la Patagonia argentina, en la provincia de Neuquén. A los 28 años me fui a vivir a Cuba, permanecí allí durante 10 años, en la ciudad de La Habana. En el año 2008 llegué a México, viví en Michoacán durante 5 años y desde hace 7 años vivo en Querétaro; llevo en total 12 años en este país.