Plus Blue: Un poema de Marian García

Marian García

 

 

 

 

 

Muy cerca de Piraña,

Entre Mar y Pez Vela

sobre una cama individual,

En una base antigua

carcomida por la sal,

navego las aguas del nuevo mundo,

que se construye después del diluvio.

 

De la cubierta

resbala una gota

Fingiendo ser una lágrima

Que desaparece en la comisura de mi boca,

El crujir de la madera me recuerda

Los años perdidos en islas desiertas.

 

La obscuridad reflejada en el agua

me tranquiliza,

Desaparece en el horizonte

Con el paso del tiempo.

El vaivén del ahora sentido

Me permite conciliar el sueño,

Entre mareos que alejan los malos pensamientos.

Cierro los ojos, lento,

Suave

descanso.

 

Un murmullo casi inaudible,

se escucha

Lo suficiente fuerte para despertarme.

El reflejo de los peces en el agua

Asemejan a empresas serias

Que calman tu sed.

 

Contratos desgastados

llaman a las sirenas

Que se acercan a romperlos

Con el único interés

De regresarte al placer de la nada

A la tertulia desenfrenada,

Embotellando el elixir

Y dándolo de beber

por el precio

De perderlo todo.

 

Voces rodean los oídos de marineros

Seducidos por el ASMR,

Se tiran al vacío y

no regresan.

Errores de la juventud

que más temprano se acaba

Pero deja,

Como rastros,

tatuajes dibujados a modo de fantasías

O mordidas en el cuello que no vas a olvidar.

 

A lo lejos, veo a las

nereidas

Protegiendo la inmensidad del mar

Y los secretos que el inframundo

No puede permitirse revelar.

 

El cambio de aires

las acerca más,

Mostrando sus sonrisas coquetas

Que poco a poco

me hipnotizan

Disponiéndome a lo que venga,

A un paso de caer por la borda,

A punto de morder el deseo

Y hundirme en las profundidades del recuerdo,

me acerco,

Intentando atrapar el sentido

Que se ha llevado el aburrimiento,

Sumergida en la vorágine de placer,

Pierdo la cabeza.

 

Las sirenas acarician mi cuerpo

recorren mis piernas,

Me miran a los ojos,

y en ellos,

el reflejo de lo que antes fui,

me seduce

Me tienta

Los labios me tiemblan

Y caigo rendida al tiempo,

A mi propia obscuridad

Me rindo a la delicia de la novedad.

 

Cansada, Embriagada

Y aún sedienta,

Regreso

Esperando el momento que,

en secreto,

vuelvan los demonios

y que nos deleitemos con

La vulgaridad del instinto,

La sencillez de lo genérico

Que me conviertan en uno de ellos.

Intentando,

Que esta vez,

Serena y elegante,

Pueda reprimir el capricho del retorno,

Atarme al mástil que me detiene

y duerma tranquila

En una cama mas grande.

 

*

 

Mediante imágenes finas casi hilvanadas por la niebla, la poesía de Marian García es el viaje a las aguas del nuevo mundo (el suyo propio) en busca de un constante renacimiento. El hastío por el tiempo perdido, el resurgimiento del ánimo sobre las aguas marítimas, son motivos para la poeta, quien prefiere contemplar cómo la oscuridad se deshilvana bajo su percepción poderosa. La “seria empresa” de la reconstrucción poética permite despojar la angustia de un espíritu permanentemente atento a las transfiguraciones de la realidad. En la poesía de Marian, el mundo y el desencanto son uno mismo. No obstante, el paisaje es la espera de algo nuevo, vital. El asombro y el abismo tejiendo un mismo instante. Al final, siempre a un paso de caer, queda el disfrute de la nada.

*

 

Marian García es estudiante de la maestría en Desarrollo de la Educación y profesora de Historia en UAM-Xochimilco. Ha colaborado con la Revista Revueltas de Santiago de Chile y publicado un compilado de poemas y narrativas titulado Hoy soñé que era una muñeca Cyborg en la editorial Ojo de Golondrina. Actualmente reside en la CDMX.